La Kabbalah ofrece una estructura mística que revela cómo funciona el cosmos y nuestra conexión con él. El árbol de la vida, con sus diez Sefirot y 22 senderos, nos muestra aspectos divinos y cósmicos que influyen en nuestra personalidad y alma. Comprender este mapa nos permite transformar nuestra realidad y alcanzar una vida plena.
La Kabbalah se basa en cinco pilares: silencio, escucha activa, recordar, práctica y enseñanza. Este conocimiento no es teórico, sino experiencial, y está al servicio del crecimiento personal. La destrucción de ídolos, o cuestionar verdades absolutas, es fundamental para avanzar hacia la luz. Las preguntas abren vacíos en la realidad y perforan la percepción mental, permitiendo una experiencia del alma.